Tempeh de semillas

El tempeh es una de mis tres comidas favoritas, y pese a que tradicionalmente suele hacerse a partir de los granos de soja, existen ¡muchíiisimas! variables. El tempeh de semillas es fácil de hacer, y eso lo hace idóneo para quienes se inician en el mundo de los fermentados.

¡Uy! perdona mis modales… creo quizás debí comenzar con una breve presentación: el tempeh es un alimento fermentado, típico de la preciosa Indonesia. Se caracteriza por ser un bloque de una pieza, cubierto de un moho en específico, seguro y comestible. Visualmente, parece un turrón, aunque no tiene ¡nada que ver! Usualmente se envuelve en hojas de plátano, pero ¡no temas! que acá lo vamos a hacer de una manera más accesible.

El tempeh es aromático y de sabor intenso, muy especialmente el casero, que al no haber sido pasteurizado, mantiene fuertemente sus características organolépticas. Aunque el tempeh de semillas tiene un sabor y olor más sútil que el tempeh casero de garbanzos que compartí por aquí hace un tiempo.

Así que si estás comenzando a hacer tus propios fermentados en casa, te recomiendo iniciar con este tempeh, y luego aventurarte con el tempeh de garbanzos, que para mí, continúa ¡indestronable! como ¡el gran favorito!

Acá te dejo el video de cómo hacer y más abajo el paso a paso.

 

CategoríaFermentos & GerminadosDificultadPrincipiante

Productos2 Servings
Tiempo de preparación20 minsTiempo de cocción50 minsTiempo Total1 hr 10 mins

 1 taza de pipas (semillas) de girasol o de calabaza (naturales, sin freír y sin salar)
 1 cdta de vinagre
 ½ cdta de cultivo iniciador (moho)
 3 tazas de agua

¿Dónde puedo comprar el cultivo iniciador?

Si estás en España, puedes comprar el cultivo iniciador acá, y con el código NUTRIRIANA, tendrás un 5% de descuento. O si estás en cualquier otro lado del mundo, puedes comprarlo aquí.

¿Y ahora sí ¡comencemos!

1

Deja las semillas remojando en agua durante unas 12 horas

2

Drena el líquido y enjuaga con agua fresca ¿ves que ahora están un poco más gorditas? Si usas semillas de girasol, notarás que han soltado la piel, no te preocupes, nos ocuparemos de eso más adelante.

3

Coloca las semillas en una olla, junto con 3 tazas de agua y cocina por 50 minutos. Una vez que entre a hervor verás que las pieles que ha soltado suben a la superficie, con la ayuda de un colador ¡retiralas! Esto solo te tomará un minuto.

4

Pasado ese tiempo, ya las semillas estarán más tiernas. Drena el líquido y deja escurriendo durante unos 15 minutos. No deben quedar del todo secas, ya que cierto nivel de humedad es necesario para la proliferación del moho.

Ahora sí ¡viene la fermentación!
5

Vierte las semillas en un recipiente limpio, agrega el vinagre y mezcla un poco.

6

Agrega el moho y mezcla nuevamente.

7

Toma una bolsa de plástico limpia, y perfora huequitos con aproximadamente 1-2 cms de distancia entre ellos. Esto hay que hacerlo en ambas caras de la bolsa, ya que nos va a permitir la entrada de oxígeno. TIP: la bolsa se reusa para próximas preparaciones de tempeh.

8

Transfiere las semillas a la bolsa y asegúrate de cerrarla bien. Yo para esto uso bolsas tipo Ziploc.

9

Coloca la bolsa en un lugar suficientemente cálido, a mí me parece muy útil utilizar el horno, siempre apagado, pero enciendo únicamente la luz o el piloto para generar algo de calor. La temperatura ideal de fermentación oscila entre los 29 y 32ºC. Si tienes, coloca un termómetro
para lograr mayor control de temperatura (yo siempre lo uso).

Las primeras 12 horas son las más importantes
10

Pasadas 12 horas, comenzarás a notar la presencia de moho porque ya ha iniciado el proceso de fermentación. Esto hace que se desprenda calor de forma natural, así que es muy posible que ya no sea necesaria la luz del horno, usualmente con "arropar" al tempeh con un paño limpio ya es suficiente como para mantener esa temperatura constante. Si haces uso del termómetro, esto será más fácil de controlar.

11

De aquí en adelante, continúa revisando tu tempeh cada 12 horas para controlar el crecimiento del moho.

12

Después de unas 36 horas fermentando, ya el tempeh está listo. La mejor manera de saberlo, es por la presencia uniforme de moho (aunque no cubra toda la superficie), pero sin duda, el mejor indicativo, es su firmeza. Si se mantiene en una pieza sólida, y sin romperse es que está listo.

Ingredientes

 1 taza de pipas (semillas) de girasol o de calabaza (naturales, sin freír y sin salar)
 1 cdta de vinagre
 ½ cdta de cultivo iniciador (moho)
 3 tazas de agua

Instrucciones

1

Deja las semillas remojando en agua durante unas 12 horas

2

Drena el líquido y enjuaga con agua fresca ¿ves que ahora están un poco más gorditas? Si usas semillas de girasol, notarás que han soltado la piel, no te preocupes, nos ocuparemos de eso más adelante.

3

Coloca las semillas en una olla, junto con 3 tazas de agua y cocina por 50 minutos. Una vez que entre a hervor verás que las pieles que ha soltado suben a la superficie, con la ayuda de un colador ¡retiralas! Esto solo te tomará un minuto.

4

Pasado ese tiempo, ya las semillas estarán más tiernas. Drena el líquido y deja escurriendo durante unos 15 minutos. No deben quedar del todo secas, ya que cierto nivel de humedad es necesario para la proliferación del moho.

Ahora sí ¡viene la fermentación!
5

Vierte las semillas en un recipiente limpio, agrega el vinagre y mezcla un poco.

6

Agrega el moho y mezcla nuevamente.

7

Toma una bolsa de plástico limpia, y perfora huequitos con aproximadamente 1-2 cms de distancia entre ellos. Esto hay que hacerlo en ambas caras de la bolsa, ya que nos va a permitir la entrada de oxígeno. TIP: la bolsa se reusa para próximas preparaciones de tempeh.

8

Transfiere las semillas a la bolsa y asegúrate de cerrarla bien. Yo para esto uso bolsas tipo Ziploc.

9

Coloca la bolsa en un lugar suficientemente cálido, a mí me parece muy útil utilizar el horno, siempre apagado, pero enciendo únicamente la luz o el piloto para generar algo de calor. La temperatura ideal de fermentación oscila entre los 29 y 32ºC. Si tienes, coloca un termómetro
para lograr mayor control de temperatura (yo siempre lo uso).

Las primeras 12 horas son las más importantes
10

Pasadas 12 horas, comenzarás a notar la presencia de moho porque ya ha iniciado el proceso de fermentación. Esto hace que se desprenda calor de forma natural, así que es muy posible que ya no sea necesaria la luz del horno, usualmente con "arropar" al tempeh con un paño limpio ya es suficiente como para mantener esa temperatura constante. Si haces uso del termómetro, esto será más fácil de controlar.

11

De aquí en adelante, continúa revisando tu tempeh cada 12 horas para controlar el crecimiento del moho.

12

Después de unas 36 horas fermentando, ya el tempeh está listo. La mejor manera de saberlo, es por la presencia uniforme de moho (aunque no cubra toda la superficie), pero sin duda, el mejor indicativo, es su firmeza. Si se mantiene en una pieza sólida, y sin romperse es que está listo.

Tempeh de semillas, ideal para principiantes

¿Cuál es el método de conservación del tempeh?

En este momento, ya lo puedes refrigerar (conservandolo en la misma bolsa), también lo puedes cocinar en el momento o si vas a tardar más de tres días en consumirlo, mi recomendación es cocerlo previamente al vapor – bien sea entero, rebanado o picado en dados – y posteriormente, congelarlo.

Así tendrás tempeh a tu disposición para cuando lo quieras consumir, solo en cuestión de cocinarlo con tu salsa favorita ¡y listo!

Variaciones

Con este mismo procedimiento y proporciones de ingredientes, puedes hacer tempeh con mezcla de semillas: girasol, calabaza, sésamo. Y todos quedan absolutamente ¡deliciosos!

Tempeh de semillas

Espero que te animes a hacerlo, ya verás que vale la pena y se terminará convirtiendo en un habitual de tus comidas. Eso sí, cuando lo hagas, recuerda etiquetarme en Instagram para que pueda ver tus creaciones culinarias.

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Formada como Dietista, certificada como Experta en Nutrición a Base de Plantas & Chef. Me inquieta la sostenibilidad y el bienestar del planeta. Tengo la idea de que cambiar el mundo, depende de nosotros.